Crisis mundial: antes y ahora
Debido a que el coronavirus ya llegó al panteón de las peores causas de crisis económica mundial, tiene sentido compararlo con algunos de los problemas mundiales anteriores con los que nos hemos topado. Pero antes de comenzar a comparar las consecuencias económicas de la actual pandemia, comparemos el daño humano del COVID-19 con otras enfermedades globales que el mundo ha enfrentado hasta ahora, sólo para poner las cosas en perspectiva.
Haciendo un mapa del virus
Este es el daño causado por el coronavirus hasta el momento: más de 330.000 casos confirmados y 14.474 muertes en todo el mundo. El siguiente mapa muestra la distribución de la infección, la cual es ahora más grave en Europa, Estados Unidos e Irán, aparte de la propia China.
Fuente: Bloomberg
Si bien la propagación mundial del virus es una visión aterradora (que se vuelve aún más aterradora con la propaganda de los medios), ahora comparemos el daño humano del virus con otros casos históricos que el mundo ha tenido hasta la fecha.
Daño humano
Fuente: www.sciencenews.org
Esta es una guía visual, la cual trae algo de consuelo en su horror. Dado el número de casos en China, donde se dice que se originó el virus, ya han pasado dos semanas después del pico de infecciones totales, por lo que es probable que veamos lo mismo en todo el mundo en unas dos semanas, si no antes. En consecuencia, se espera que el daño humano total esperado sea significativamente menor que el de las pandemias históricas más recientes.
Además, como habrás notado, esta presentación está muy desactualizada: muestra 2.763 casos mortales en todo el mundo el 26 de Febrero, hace casi un mes. Y esa es una buena noticia: las estadísticas dicen que las otras enfermedades mencionadas se propagaron mucho más rápido que el crecimiento desde casi 3.000 a "sólo" 14.400 muertes en cuatro semanas. Es obvio que este "sólo" se refiere únicamente a la percepción matemática de la propagación del virus y simplemente quiere decir que la expansión de la enfermedad no tiene una aceleración exponencial sino que aumenta de forma lineal. De otro modo, cada unidad agregada al conteo es la vida de alguien y las lágrimas de otra persona, por mucho que deseemos que nadie pase por esto.
Ahora, mientras prevemos el final de esta historia, otra comienza a revelarse al observador, ya que el verdadero peligro para el mundo no está en el virus sino en sus consecuencias económicas.
Impacto económico
El virus va y viene, llevándose miles de vidas humanas – esa es la realidad de su efecto inmediato. ¿Y qué tal el alcance total de las consecuencias?
Los observadores ya comenzaron a contar ya que las contramedidas del virus comenzaron a afectar la economía mundial y el horizonte aún no es visible. ¿Qué tan malo es económicamente? Digamos, ¿comparado con el 2008?
Mercado de valores
La crisis del 2008 obligó al S&P a bajar de 1.600 a 700. Esa fue una reducción del 56%. Actualmente, el indicador está en 2.200 – es decir, después de que alcanzó su máximo histórico en 3.400. Es decir, se redujo en un 35%. Algunos predicen una posible caída a 2.000 como el peor de los casos, pero aun así la reducción no será más del 41%, y se considera que tal escenario representa la parte roja extrema del espectro de resultados. Entonces, desde el punto de vista de las acciones, el coronavirus no es tan mortal en su daño como lo fue la crisis crediticia del 2008. Sin embargo, todo eso está muy lejos. Incluso con el manifiesto de que el tiempo de recuperación ya se visualiza en algún momento, lo veremos sólo cuando lleguemos allí.
Particularidades
Por ejemplo, las pérdidas de empleos en los EE.UU. podrían exceder el millón según el análisis preliminar, lo que es significativamente mayor que en el 2008. Como este es un factor fundamental, puede conducir a consecuencias nefastas mucho más allá de lo que se pronostica ahora.
Por ejemplo, las pérdidas de empleos en los EE.UU. podrían exceder el millón según el análisis preliminar, lo que es significativamente mayor que en el 2008. Como este es un factor fundamental, puede conducir a consecuencias nefastas mucho más allá de lo que se pronostica ahora.
Factores "secundarios" como la guerra de precios del petróleo agravan la situación que empujan al mercado mundial a la depresión y a la turbulencia. La caída podría haber sido más débil pero superpuesta con las consecuencias del virus, la guerra de precios del petróleo adquiere un nuevo nivel y se convierte en un factor principal más que en uno secundario.
Además, la cooperación internacional está en un nivel inferior al del 2008. El aislacionismo y el individualismo de estado son la principal línea de política internacional en estos días – no era así (al menos, no en esta medida) hace 12 años. Es importante tener esto en cuenta, ya que los incendios económicos podrían haberse apagado más fácil y rápidamente si se hubieran enfrentado de manera colectiva, pero lo más probable es que esto no suceda. En el Viejo Mundo, el Reino Unido está en medio del Brexit y no está dispuesto ni tiene ningún mandato legal para sacar a Europa de la crisis financiera. La propia Europa parece mucho más fragmentada que en el 2008.
Por esta razón, demasiados factores fundamentales hacen que la situación actual sea diferente de lo que era hace más de 10 años. Eso complica cualquier comparación y asusta a los observadores aún más, ya que realmente no saben a qué se enfrentan.
Al final
El 2008 fue "sólo" una crisis crediticia – era un problema creado por humanos y fue controlado como tal. Nadie estaba muriendo y los estados no tenían que cerrar sus fronteras. Esta vez es muy diferente: el mundo se enfrenta a una amenaza natural, un ser microscópico, algo que mata a las personas y no se puede manejar simplemente haciendo transparentes los balances. Así, fenomenológicamente, estamos viviendo un precedente. Esperemos lo mejor entonces, y preparemos bien nuestras operaciones.